jueves, 25 de septiembre de 2014

¿Tenía pasión?

Podrías haber sido como cualquiera, podrías no haberme hecho sentir viva, que tenía un corazón que latía, podríamos habernos no conocido nunca, y te juro que pagaría por ello si no se llevara consigo todo lo bueno, que ha sido mucho, podrías haber sido un cabrón también al principio, podríamos no habernos seguido el rollo aquel día, chico hielos, "Fueron unas horas, no llegó a un día, pero fue como si en ese momento el universo sólo existiera para que estuviéramos juntos"; y podría haberme quedado dormida hasta más tarde cada mañana y no besarme contigo en aquel sofá, y podría haber pasado la mañana del día de mi cumpleaños con cualquiera que no fueras tú, aunque las tortitas siempre serán un clásico del veintinueve de noviembre, podría no haber pasado un chico anunciando un mercadillo medieval, al que fuimos, y podríamos no haber "casi" perdido un bus para ir a la playa, a la que fuimos, podrías no haberme escrito ninguna poesía, que poesía ya eran tus ojos, o eso te escribí una vez, podríamos no haber ido nunca a aquel hotel que tenía las mejores vistas, que era tu espalda, y podríamos haber llenado aquel álbum de fotos que compré, pero que nunca viste porque era una sorpresa para cuando te recuperaras de tu garganta, y podrías no haberme regalado tu tiempo en un reloj derretido que ahora no mueve las agujas, ni podrías tener un carnet de joven eternamente. Podrías no haberme enseñado a jugar al billar, y podría no haber ido a visitarte cuando suspendiste aquel examen del coche ni haber recibido tus llamadas cuando salías de tantos que aprobaste, podrías no haber conocido a mi familia... y ojalá no lo hubieras hecho, porque tu nombre ahora está prohibido por casa.. Y también podría no haberte proclamado superhéroe, porque no es superhéroe el que te salva de la caída y luego te tira por un barranco, superhéroe de mierda. Y podría haberme desnudado frente a cualquiera aquella tarde de febrero, pero es que no quería. Porque tú si que estabas siempre por encima. Podríamos no haber tenido que darnos aquel abrazo que fue el más increíble, pero que supo a poco. Las casualidades podrían habernos dejado en paz... pero ni siquiera ahora lo hacen.

Podrías haber llamado... aunque probablemente te hubiera colgado. Podría haber llamado... aunque probablemente me hubieras colgado. Podrías haber hecho las cosas diferentes. Ojalá todo hubiera sido diferente, pero supongo que las cosas pasan como tienen que pasar, y nada podemos hacer por cambiarlo. Que juzgue el tiempo, o quien tenga que hacerlo, pero que lo haga bien.

Me quedo con lo bueno de poder decir con la cabeza bien alta que lo he dado todo, pero que habría dado incluso más, que he querido hasta no poder, que he hecho el amor con la persona que más he querido en mi vida y que he asustado al miedo, que ese sí es un gilipollas. No sé si tu podrás decir lo mismo, visto lo visto, y eso si que da más pena que gloria. Que las palabras que salen de mi boca son de verdad, al menos puedes estar seguro de eso, más que nadie nunca. Y ojalá no me hubieras tenido que comparar con nadie, porque cuando comparas, cielo... es que no es demasiado bueno, qué malo es conocerse, dicen. "No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llena de encantos. Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento."

Y enhorabuena por haberme hecho sentir, pero ojalá no vuelvas, porque si pretende avanzar sin remar, lo siento mi Capitán, yo ya nos salvé una vez. Al amor no hay que ponerle ganas, porque ya te las pone él.

"Los griegos no escribían epitafios. Tras la muerte de uno de ellos tan sólo preguntaban: ¿tenía pasión?"

Por si lo lees, que lo dudo. 
Por si aún te importo, (permíteme dudarlo).
Por si lo quieres de prólogo.


lunes, 1 de septiembre de 2014

Tienes unos ojos preciosos.

Tengo una tía abuela que desde que soy una enana, siempre que me ve, sin excepción… me dice: “tienes unos ojos preciosos”. Y puede sonar cruel por mi parte, pero la verdad es que de pequeña odiaba con toda mi alma que aquella señora dijese eso a mis ojos marrones normales y corrientes, e incluso me resultaba hasta pesada pero yo siempre sonreía con timidez, pues no sabía por qué en lo más profundo de mi ser podía molestarme aquella cosa. El caso es que hace unas semanas fue al médico y le diagnosticaron una enfermedad bastante grave, y cuando fuimos a visitarla a casa fue la primera vez que recuerde en mi corta vida que mi tía abuela no hiciera algún comentario sobre mis ojos, y no sólo eso, si no que no sabía dónde se había metido aquella mujer dicharachera que alegraba la vida a cualquiera; eso sí, seguía teniendo la mirada feliz. 
Y de repente, no sé, como que me inundó la pena y me entraron unas ganas tremendas de llorar, y pensé en lo afortunada que soy a veces sin darme cuenta, en el por qué tengo tantísimo y sigo queriendo más y más... y que en ese momento sólo quisiera un comentario sobre mis ojos... y sobre todo pensé en lo egoísta que soy a veces al pensar que no tengo nada, que no tengo a nadie, cuando lo tengo todo. Me dio por pensar la chorrada que había sido discutir con mi madre porque quería tales zapatos, o lo mal que lo había pasado por aquel que no dio un duro por mi. 
Vaya, que va a ser verdad eso de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes y lo de que no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita… porque ella, ya veis, que esté tan feliz con todo lo que se le viene encima… Y lo sé porque la oí reír, porque siempre está bien que le digan a uno que tiene unos ojos preciosos.