sábado, 29 de diciembre de 2012

Con la lengua muy larga.

Si ya lo dice Sabina, la lengua muy larga y la falda muy corta. Y yo sé que te encanta y que pierdes el tiempo haciéndote creer que no soy la persona adecuada ni correcta. La misma que ha custodiado tus labios en las noches en las que Ellas salen de cacería. La misma que ha hecho que en tu cara se formen sonrisas al son de mis andares. La misma dulce catástrofe que te entretiene, a veces. A veces se equipara a cuando a ti te da la gana, el gusto, te place. Aunque sé que te mueres de ganas de dormir entre mis sábanas, chaval. Constantemente me lo pides, a gritos omisos. Y yo me hago la sorda.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Felicidad comprada.

Puede sonar absurdo e irracional, la prueba contundente para encerrarme en un manicomio; pero es cierto que puedo recitar las constelaciones por orden alfabético; Andrómeda, Aquila, Ara, Argo Navis, Auriga, Boötes... y así hasta llegar a la Osa Menor. Aunque eso sí, es difícil reconocer alguna en esta mierda de ciudad con luces y ruido. Por eso me siento bien subiendo a la azotea. Por eso me sienta tan bien. Por eso he aprendido, aunque no aplicado, que ni un trozo de tela, ni los tacones más caros del mundo pueden darme la felicidad que necesito, porque son éstos, hipócritas, mirándote desde el escaparate y seduciéndote hasta que están dentro de una bolsa de plástico colgando de tu mano, los que ni siquiera pueden darte un puto abrazo cuando lo necesitas. Felicidad momentánea, lo llaman. Felicidad que se desvanece cuando te acuestas sola por las noches y te levantas igual. Cuando te das cuenta de lo absurdos que son esos tacones si nadie puede decirte lo increíbles que te quedan, y ¿por qué no?, felicidad que se desvanece cuando no puedes recitarle a nadie las constelaciones de memoria ni puede admirar tan "increíble capacidad". Y así nos va, es ésta nuestra realidad, compramos la felicidad… siempre instantánea y difusa. Aunque, francamente, puede que sea ella la que nos compre a nosotros.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Constelaciones de noviembre.

Que mataré las cigarras si te molestan en las noches de verano, aunque creo que el verano se ha escapado como el agua entre los dedos, como un tren que sale antes de tiempo, como el tic tac de un reloj maldito.
Sé con certeza que te asomas al balcón por las noches, con la esperanza de ver en este jodido cielo nublado de noviembre alguna estrella que brille, y también sé casi con certeza que no ves ninguna pero que no desesperas en buscar la constelación de Cassiopeia como si de lunares en mi espalda se tratase. Tranquilo, chico. Que da igual el tiempo, da igual lo que piense el resto del planeta. Que sigo sin entender la manía que nos tenemos y lo mucho que nos morimos por matarnos a polvos, que esa siempre ha sido nuestra esencia. Y hablando de manías, no sé que jodida manía tienen todas las canciones de hablar de ti con ese mal gusto que tienes. Y no sé qué cojones hago escribiéndote cuando sé que estás prohibido, pero es que siempre me lo he pasado de puta madre saltándome a conciencia cualquier prohibición.

miércoles, 15 de agosto de 2012

No me duele, no me dueles.

He visto ver pasar noches enteras. Noches que se hacían días. Lunas que se hacían soles. He visto como tus ojos pasaban a ser ojos tristes. Me he visto a mi misma en lo más alto para luego derrumbarme a los infiernos, pero solo porque dicen que se está calentito. Y eso es lo que nos iba a nosotros, aunque luego decidieras que te gusta más el cielo, no te culpo. He visto como me lo has dado todo y has dejado de darmelo. Te he visto sonreir y luego llorar, y también te he visto tocando las cuerdas de esa guitarra que tienes y que ya no tocas para mi. He visto como ahora ves en otros ojos lo que antes veías en los mios. Aunque siendo sincera, creo que nunca podrán decirte lo que los míos te decían. Me alegro de que seamos amigos, después de tanto. Era lo mejor que podía pasarle a lo nuestro. Sé que prometí no volver a escribirte, pero es que ya no me duele, ya no me dueles. Bonito e impar día.


sábado, 21 de julio de 2012

Tres valientes y una cobarde.

Guardo un gran recuerdo de aquellas tardes, o de aquellas tardes que se hacían noches. También de aquella mañana... Ellos pretendían romperle la cara a mi pasado y yo no me negaba. Les dejaba continuar esa pelea, sin poner paz, pero deseando que no vencieran. Y me libraba por unas horas de mi calvario, de mi ruina, de pensar en lo que me quitaba el sueño. Me defendían de los recuerdos, pero yo nunca supe agradecerles nada. Sólo sabía jugar con unos sentimientos que no sabía si existían, pero que me daba igual. Quizá ellos también hacían lo mismo conmigo. Quizá yo también fui el juego de alguien. Sé que está mal, pero no me arrepiento, porque los juegos divierten. Y ellos más.

jueves, 12 de julio de 2012

Al final, el final.


Comienzo a escribir esto con la intención de que éstas sean mis últimas palabras dirigidas a ti. Debe ser el comienzo de algo nuevo que tú ya comenzaste hace meses. A mi se me acaban las esperanzas y las ganas de seguir... Quiero decir tanto, que hasta me cuesta escribir con coherencia. Eras en quién basaba cada uno de mis movimientos, joder. Me has hecho valorar muchas cosas que jamás habría tenido en cuenta de no haberte conocido y ahora vivo en una eterna lucha con mi pasado y con mis ganas locas e irremediables de no querer más que revivirlo, y por supuesto, no olvidarlo jamás. Éramos diferentes al resto. Sin embargo, siempre fue igual desde el principio, nunca hablábamos nada claro y con ello hicimos las cosas mucho más difíciles y graves de lo que eran. Vivíamos sin etiquetas, éramos "nosotros" y punto. Pero claro, algo que no es tuyo, no puede dolerte si lo pierdes.
Espero que me llames y me digas: "Tía, que esta chica me gusta mucho más de lo que tú lo hiciste" solo para así acabar definitivamente con esto que no nos lleva a nada.
Tu Catwoman.


domingo, 24 de junio de 2012

Viviré rápido hasta cansarme, cabrón.

Dices que soy demasiado, que voy rápido, que asusto. Y ¿de qué nos sirve ir despacio? Ir despacio es pensar. Pensar en las putadas de los hijos de puta que pasan por mi vida. Y lo siento. Lo siento si no sé de rutinas, ni horarios, ni autobuses. Vivir rápido, follarte lento. Manchar mis mangas de alcohol y no de lágrimas. Y consumirme. Y ver como te consumes. Consumirnos. Que de repente aparezcas con ganas de guerra. Una llamada a las dos y media de la mañana. Una risa escandalosa en una calle desierta. Vivir en éxtasis.
Viviré rápido hasta cansarme, cabrón.

domingo, 27 de mayo de 2012

Vivir en las alturas.

Los sitios con terraza le dan sentido a mi vida. Nunca he sabido la razón. Creo que es porque me siento grande. Más grande que el mundo, quiero decir. Mi familia siempre me ha dicho que soy una persona grande. Grande de personalidad, supongo.
-¿Dónde estás? 
-En la terraza. 
Suena bien, ¿no? Pues eso es mi vida. Vivir en las alturas.

jueves, 19 de abril de 2012

Sobran ñoñerías.

Odio ver como todo avanza y nada se detiene. Y tu avanzas sin mi, y yo solo observo y finjo pasotismo. Pero claro, hacerse el héroe no siempre sale bien... y no tengo derecho a pedirte absolutamente nada, porque ya lo sabes, yo siempre te lo digo, eres solo una tontería. Porque en este mundo sobran ñoñerías, a mi me pones más cuando te muerdes el labio.
Puto Abril que se acaba.

lunes, 2 de abril de 2012

Báilame el agua.

Si llevo tanto tiempo sin escribir es porque me encuentro vacía; será porque ya no me inspiras, porque ya no me dices nada. Lo cierto es que no me extraña que ni siquiera te importe cómo me va, yo siempre supe que eras un cabrón que se las da de niño bueno, y nunca me ha importado. El caso es que hoy has dicho que menudo lunes de mierda, que a ver si me bailabas un rato el agua porque tus colegas te han dejado tirado, y has empezado a recordarme cosas qué, bueno, si te las hubieras callado mejor, imbécil. Tus manos, el desenfreno, mis ojos mirando donde no se mira, y de repente te hago falta en tu cama. Mejor le bailas el agua a otra, que aunque me encantes, yo hoy no estoy para ti.

Tú me bailas el agua a mi, yo te la bailo a ti.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Si quieres, brindamos.

"Cárgame el cubata, nena"

Brindemos por el no compromiso, por las veces que te sientes mal contigo mismo, por las veces que te hago reír y no lo aceptas, por las veces en que el silencio es lo que más se escucha, por las aventuras, por lo que para ti es una tontería y para mi es importante (y viceversa), por tus intentos fallidos de dar celos, por tu despeinado, por las Ganas, por El día que nunca llega, por los cines a oscuras, por las manos que se buscan siempre que no hay gente al acecho, por las noches de verano. Por los oídos mudos y las palabras sordas. Por tus despistes, por tu pereza, por mis ganas de matarte, por mis ganas de ganarte, por tus ganas de besarme, por mi pelo en tu cara, porque a mi me da la gana.
Brindemos por el Sexo, por el Rock, por ti y por mi contrayéndonos sin fin.

sábado, 25 de febrero de 2012

Ganas.

Tantos sueños perdidos y tantas ganas. Llámame un día de estos y dime: "Eh Marie, en dos horas donde siempre, ¿Ok?". Hazlo. Vivamos una temporada en el infierno. No pido nada más. Me basta con que seas tu. Que te tengo ganas desde hace tiempo. Ganas de que tu también tengas ganas. Y de quitarnos las ganas con las ganas.

sábado, 4 de febrero de 2012

A veces hay que dejarse la piel.

Voy a salir a comerme el mundo, y lo que no es el mundo.  

viernes, 27 de enero de 2012

Como dijo Voltaire, los prejuicios son la razón de los tontos.

Tanto tiempo en tan pocos meses. Noches pensando-te, soñando-te, comiendo-te. Mirando el reloj y deseando que las agujas llegasen al tan esperado lugar. Verte en cualquier sitio. Odiarte cuando me dices lo bonita que es mi nariz. ¿Y ahora qué? Ahora nada. Ahora no te entiendo. Primero pasas de mi cara, pero luego, "¿Eh qué tal? Te echo de menos, ¿podríamos vernos?". Quizás podamos vernos cuando dejes atrás tus prejuicios. Cuanto tu cabecita entienda que soy una persona importante para ti. Cuando tengas el suficiente valor como para pasarte por el forro lo que hable la gente. Cuando dejes de pensar en el "qué dirán". 
Te echo de menos, es cierto, pero no creas que voy a ser yo la que llame esta vez.

jueves, 19 de enero de 2012

Luces de neón.

Siempre he pensado que no he nacido para que me quieran. Que soy tan fuerte que nadie podrá sentir hacia mí algo más que una simple atracción sexual. Que sólo se puede sentir por mi lo que se siente al querer desgastarle a alguien los labios y comértelo con la mirada. Que sólo quiero noches de Brugal, luces de neón y sonidos distorsionados de los Artic Monkeys
Pero me muero porque vuelvas y que seas ese donjuán que tanto odio, pero que tanto me gusta.

sábado, 14 de enero de 2012

No se me desgasta el hambre que alimenta mi locura.

Marie entiende de Rock and Roll, pero no de amores. Lo suyo es puro Vicio. Marie es un apocalipsis constante. Un desastre. Pero prefiere eso, a no ser Marie.
Marie ha vuelto para quedarse.

jueves, 12 de enero de 2012

Jugar a engañarnos.

Quizá el destino vuelva a unirnos, ya sabes como le gusta jugar con nosotros. Jugar a engañarnos. Pero al fin y al cabo, jugar. Siempre nos hace lo mismo. A ti no se que te hace pensar, pero a mi, siempre me dice que eres como yo quiero que seas. Luego me doy cuenta de que no y siempre me llevo un chasco. Pero claro, cuando me doy cuenta, ya es demasiado tarde. Siempre consigues que me pille de ti, y no sabes el asco que me da.

lunes, 9 de enero de 2012

27 de Marzo.

No sé si volveré a besarte como antes. No sé si volveré a soñar con pasarme la noche entera en tu cama. No sé si volveré a escuchar tu guitarra. No sé si volveré a perderme contigo en el centro. No sé si me volveré a sentir como Catwoman en una noche sin luna ni estrellas. No sé si los días se te hacen largos como a mi. No sé si volveré a verte reír como solo tú sabes. No sé si todavía guardas mi pulsera, y el olor de nuestro primer beso. No sé si algún día me dirás realmente lo que te pasa. No sé si conservas la entrada de cuando fuimos al cine en nuestra primera cita. Yo sí.
Sala 6. Fila 14. Butaca 5.
Mientras tanto, lo siento, seré un poco Florentino Ariza.


lunes, 2 de enero de 2012

Cinco minutos más.

Las tantas cosas que no hacemos, ni hemos hecho, ni haremos porque no te da la gana...

-Te llamo en cinco minutos, de verdad.
MENTIRA 1

-Mañana te llamo para quedar.

MENTIRA 2

-Tengo fiebre, no puedo salir de casa.

MENTIRA 3