miércoles, 22 de junio de 2011

Fin.

Ya terminaste de joderlo todo. Ya te quedaste a gusto. Pero gracias por abrirme los ojos y acabar con esto. Ahora os veo a ti a tu soledad caminando de la mano. No tendría ni que tener un poco de compasión contigo, pero por Dios, ojitos dulces, sal un rato a la calle, no te pases la tarde jugando a juegos online que no te llevan a ninguna parte. No pasa nada, cariño. Hay más peces en el mar. Y yo no soy precisamente ni el más grande ni el más bonito.
Lo siento. No se porqué lo siento. Siempre digo Lo siento. Creo que de tanto decirlo ha perdido su significado. Quizás sea que no lo siento tanto. Siéntelo tu más. Quizás lo único que sienta es ser para ti esa asquerosa que te ha dejado de lado. Pero no fue mi culpa, y lo sabes, vida.
Ahora tengo cientos de besos preparados en la comisura de mis labios.
Y no son para ti.
Verano, ven a mí.

sábado, 11 de junio de 2011

Indiferencia.

Hoy me muestro indiferente, hoy no importas. Hoy sólo soy desorden y locura. Hoy, puedes hacer lo que te plazca. No me llames. Hoy estoy que te mato entre patadas y besos y esas cosas que solo tu odias. Hoy no entiendo nada, pero estoy harta de continuar con esta farsa. Con esta mentira. Con que sigas engañándote a ti mismo. Hoy no quiero verte. Lo siento, pero se acabó. Parece injusto, inútil e incluso increíble que yo escriba esto, pero sí. Hoy tengo fuerza para hacerlo. Hoy, mañana y siempre. O eso espero. Voy a disfrutar y a hacer lo que nunca hice.
Lo siento, no pienso joderme otro verano más por ti, monada.
Adiós.